La exquisita variedad de alojamientos en Menorca que existe hace que, en ocasiones, nos cueste tomar una decisión a la hora de escoger aquel en el que queremos pasar nuestras increíbles e inolvidables vacaciones en la isla. Si hay una opción de alojamientos en Menorca que merezca la pena esa es, sin duda alguna, la del alquiler de villas en Menorca, una alternativa que nos permitirá no solo estar a nuestro aire, sino que, además, nos brinda la posibilidad de rodearnos de un entorno privado e íntimo.
He aquí dos de las villas en Menorca en las que quedarse al menos una vez en la vida:
Villa Paraíso, una villa en Menorca muy especial
Por algo se llama Villa Paraíso. Porque quedarse en ella es como quedarse en un verdadero paraíso. Porque, si desde fuera ya parece un sueño, desde dentro no lo parece, sino que más bien desvelamos que verdaderamente lo es.
Se encuentra en lo alto de la colina de Santo Tomás, desde donde podremos disfrutar de unas vistas al mar inigualables. Está prácticamente aislada, por lo que la tranquilidad está garantizada.
Alrededor de la casa hay varias terrazas que te permiten tanto estar al sol como tener sombra y cuentan con mobiliario para descansar. Tiene piscina, jacuzzi y, cómo no, está todo climatizado para los días de más frío.
El mobiliario es nuevo, moderno, con tonos claros que resaltan aún más la belleza de esta villa en Menorca, la Villa Paraíso.
Villa Pepita, una villa en Menorca muy tradicional
Villa Pepita es una villa en Menorca con encanto, con un encanto tan especial como tradicional. ¡Es una de las primeras casas que se construyó en primera línea del Puerto de Mahón! Su ubicación y las vistas que esta nos permite son realmente espectaculares y merecen toda distinción.
Tiene porche amueblado con mesa y sillas, sofás exteriores para disfrutar de unos minutitos de descanso en la sombra. Pero esto no es todo porque, al otro lado de la casa, también encontrarás otra terraza con mobiliario idóneo para cenar con vistas poco menos que perfectas para una velada. Y, cómo no, también tiene piscina rodeada de tumbonas.
Su interior ha sido reformado este mismo año, claro que conservando la arquitectura original y el encanto propio de la villa.
Desde luego, he aquí dos villas en Menorca en las que quedarse al menos una vez en la vida.
Y tú, ¿piensas venirte?