Despertarse en una villa de Menorca y, nada más abrir los ojos, encontrarse con un precioso caballo puede que sea el sueño de muchos amantes de la equitación. Pero es que cuando ese caballo resulta que es de raza menorquina, hasta aquellos que no se consideran fanáticos del mundo equino disfrutan. Y es que, en Menorca, el caballo menorquín no solo es todo un símbolo isleño sino que, además, sus magníficas cualidades lo han situado como uno de los mayores atractivos turísticos. Descubre por qué.
El caballo menorquín es una raza de caballo propia de Menorca. Su existencia data de varios siglos atrás, pero, si hay algo que podamos destacar, es que ha sabido preservarse hasta hoy. Tanto es así, que en la actualidad, es una de las razas más apreciadas tanto para paseo como para equitación.
Se trata de caballos de sangre caliente, nobles, generalmente de buen carácter que colaboran y participan en las tareas de doma. Son además caballos de silla que aceptan a todo tipo de jinetes, por lo que resultan ideales para realizar rutas a caballo por Menorca.
A propósito de ello, una de las rutas más conocidas es la del Camí de Cavalls de la que te hablamos hace poco y que puede realizarse tanto andando, como en bici o en caballo, siendo esta última de las más populares porque ofrece una experiencia de viaje a Menorca única.
En Menorca, el caballo forma parte de la tradición, pues está presente en prácticamente todas las festividades de la isla. Así, en las conocidas fiestas de Sant Joan, por ejemplo, el caballo menorquín tiene un altísimo índice de expectación, pues es el principal protagonista.
Dada la relevancia de su existencia para la isla, en Menorca se ha popularizado una variedad de doma diferente conocida como Doma Menorquina, variedad que la Federación de Hípica de las Islas Baleares reconoce como disciplina deportiva.
Si quieres reconocer el caballo menorquín, estas son sus características:
- Es obediente y de carácter tranquilo.
- De capa negra.
- Cola baja de pelo largo y fuerte.
- De tronco alargado.
- De orejas de tamaño medio con orientación divergente y móviles.
Así pues, aunque las fiestas de Menorca son una buena razón para venir a conocer la raza de caballo menorquín, lo cierto es que cualquier momento es bueno para pasar unas vacaciones en la isla y descubrir este y otros muchos encantos isleños, ¡como las villas de Menorca
Y tú, ¿te subes en un caballo menorquín para conocer Menorca?