La Menorca talayótica de Torre d’en Galmés

La Menorca talayótica o prehistórica, con sus monumentos antiguos y sus vestigios arquitectónicos, que han sobrevivido de manera asombrosa al paso de los siglos, es la otra cara de la moneda de una isla normalmente conocida por su vertiente natural; es decir, por sus hermosas playas, su frondosa naturaleza y las agradables calles de sus ciudades y sus pueblos.

Pero cualquier persona que tenga un mínimo de interés en aprender sobre historia antigua, y más en una isla como Menorca, sabe que trazar un itinerario arqueológico durante sus vacaciones es una obligación. Eso sí, hay que saber elegir. Entre los innumerables restos del pasado que podemos visitar en Menorca se encuentra, por ejemplo, Torre d’en Galmés. Veamos por qué:

    La huella de una sociedad remota

    Torre d’en Galmés es un conglomerado de restos que una vez pertenecieron a un poblado talayótico. Visitarlo implica activar los cinco sentidos al máximo, porque hay muchos detalles que ver y descubrir, como los espacios públicos, el recinto de taula o las casas. Podemos aprender mucho en un solo día de cómo vivían los antiguos habitantes de Menorca.


    La posibilidad de ampliar el itinerario histórico

    Muy cerca de Torre d’en Galmés, apasionante en sí mismo, nos encontramos con lugares como la Basílica paleocristiana de Son Bou o Torralba d’en Salort, otro poblado talayótico. Si centramos nuestro visita en el primero y luego contrastamos los conocimientos adquiridos con los otros dos, aprenderemos el triple.


    La opción de aderezar nuestro viaje con ocio y confort

    Torre d’en Galmés está muy bien situado, más o menos a medio camino entre la enorme playa de Son Bou y el bonito pueblo de Alaior. Dedicar el día a descubrir la arquitectura superviviente del poblado mejora si además le añadimos un paseo por la playa y un almuerzo en el pueblo.


    Accesibilidad y zonas preparadas para los visitantes

    No todo en Torre d’en Galmés es antigüedad aunque sea lo principal, y dentro podemos encontrar tanto zonas de picnic para tomar un refrigerio como senderos especialmente diseñado para el acceso a carritos de bebé y personas en silla de ruedas.


Por todo lo mencionado, Torre d’en Galmés debería ser un punto de máxima prioridad si planeamos unas vacaciones variadas y satisfactorias a la isla. Desde luego no podemos olvidarnos de uno de los poblados mejor conservados de la isla si tenemos intención de aprender sobre su pasado talayótico.

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