Si atendemos al asombroso paisaje urbano de Menorca, nos encontramos la huella dejada por la época de su pertenencia a la Corona Británica. Durante esa época, muchos elementos de dicha cultura fueron añadidos a la propia cultura menorquina, como la elaboración de la ginebra a base de bayas de enebro, o muebles de época como los Sheraton o los Reina Ana.
Pero no podemos dejar de mencionar los edificios. Si queremos hacer un itinerario original por Menorca, podemos hacer una ruta británica. Con ella aprenderemos historia, sincretismo cultural y un poco de arquitectura europea del norte. Veamos algunos ejemplos extraordinarios:
Torre de sa Mesquida
En el centro de una bahía del norte se alza esta torre como custodio del Mediterráneo. Su finalidad era rechazar ataques enemigos desde el oeste. En el interior, una escalera de caracol lleva hasta la zona superior, desde donde podemos apreciar la torre en todo su antiguo esplendor.
Fuerte Marlborough
Es impresionante pasear por los pasillos semienterrados en la roca de esta construcción erigida por los británicos entre los años 1720 y 1726. Este poderoso fuerte fue construido para proteger el puerto de Mahón de invasiones externas. Merece la pena visitar una de las construcciones más sobrecogedoras de esta época menorquina.
Iglesia de la Concepción
No todo son construcciones militares durante la época inglesa. De hecho, esta iglesia, estrictamente hablando, fue levantada por una colonia griega que pervivió durante esa época, y por eso era llamada «iglesia de los griegos». Además de ser un monumento imponente y precioso, es una prueba fehaciente de la coexistencia cultural.
Plaza de armas
Más que una construcción, es un conjunto de ellas, una plaza que data de finales del siglo XVI y sobre la cual fueron construidos el ayuntamiento y los cuarteles. Su estética sobria y elegante es un ejemplo de la estética militar británica y contrasta con el barroquismo de entonces.
Torre des Castellar
Un monumento defensivo más de finales del siglo XVIII y principios del XIX, construida de nuevo con el fin de evitar invasiones enemigas por mar. Es muy interesante apreciar su arquitectura en planta circular y el foso de seis metros de ancho.
La ruta británica es, como acabamos de ver, no solo impresionante desde el punto de vista artístico y visual, sino también manera didáctica y entretenida de aprender sobre una de las épocas más interesantes de la historia menorquina.