Menorca tiene múltiples facetas. Muchas de ellas pertenecen al tiempo presente, como la vida diaria de sus ciudades. Otras son imperecederas y atemporales, como las calas y los acantilados, que sobreviven al tiempo. En cuanto a las más misteriosas, las del pasado, pertenecen a los monumentos prehistóricos de la isla.
La Menorca talayótica y romana sobrevive en los monumentos que salpican el territorio. Podríamos mencionar innumerables ejemplos, pero no podemos pasar la oportunidad de hablar de la necrópolis de Cala Morell, sin duda una de las construcciones funerarias más impresionantes.
¿Por qué la visita a la necrópolis de Cala Morell es obligatoria para cualquier persona que desee conocer el pasado y la historia de Menorca? Vamos a verlo:
· Un monumento sobrecogedor
Esta necrópolis está formada por catorce cuevas artificiales o «hipogeo». Fueron erigidas con la finalidad de enterrar a los muertos, con lo cual su función era la de tumba colectiva. Datan del período postalayótico, que se extendió hasta el siglo II d.C., con lo cual nos ofrece siglos de conocimiento sobre culturas ya extinguidas hace mucho tiempo.
· Un tesoro nacional e internacional
El interés histórico y cultural de la necrópolis de Cala Morell está avalado gracias a títulos prestigiosos. Ha sido declarada, por ejemplo, Bien de Interés Cultural (BIC) y sigue siendo candidata a convertirse en Patrimonio Mundial de la UNESCO. Con todo ello queda patente que se trata de un vestigio del pasado que merece la pena conservar.
· Excavaciones arqueológicas de prestigio internacional
Por todo lo mencionado, la necrópolis es sin lugar a dudas una fuente indispensable para la historia antigua de la isla. Ello ha dado lugar a innumerables excavaciones arqueológicas que han sacado a la luz datos y retazos de tiempos olvidados. Por ejemplo, las excavaciones de algunas cuevas durante los años 80 y 90.
· Itinerarios turísticos flexibles y atractivos
Visitar la necrópolis de Cala Morell ya es una experiencia única en sí misma, pero si además aprovechamos la visita para pasear y ver el mar en la playa que lleva su nombre, nos quedará un recuerdo muy agradable.
No cabe duda de que visitar Menorca es algo que deberíamos hacer al menos una vez en la vida. No solo porque sus calas, sus bosques de pino o sus ciudades son impresionantes, sino porque nos espera toda una lección de historia. La necrópolis de Cala Morell es un gran ejemplo de ello. También es una isla con museos muy interesantes, como los que te mostramos en nuestro post «Cuatro fascinantes museos de Menorca que deberías visitar».
