Si por algo destaca la isla de Menorca es por su preciosa costa, rebosante de playas grandes y pequeñas, urbanas y abrazadas por naturaleza, familiares y exóticas, que en todos los casos ofrecen al viajero fácil de sugestionar, una panorámica excepcional del Mediterráneo, bañado por el sol o por el carmesí del crepúsculo. Por esta razón, irse de vacaciones a Menorca no es una buena idea sin antes trazar un itinerario de calas que merece la pena visitar.
Una de ellas es la Cala Escorxada de Menorca, famosa por su intimidad y por una aparente inaccesibilidad que otorga al visitante la sensación de estar en otro mundo, lejos del ajetreo, la rutina y el ruido urbano. Esta cala, situada en la zona sur de la isla, destaca por un paisaje en parte rocoso y en parte de arena blanca, cercada por un anillo de vegetación que acentúa esa sensación de pacífico aislamiento.
Las aguas de la Cala Escorxada de Menorca, por otro lado, son tan transparentes que el fondo marino se delinea bajo el sol con total claridad. Por ello es un entorno excepcional para nadar, dejarse mecer por el agua o sencillamente dar un agradable paseo en barca. Los vehículos náuticos encuentran en la Cala Escorxada de Menorca un espacio para un agradable paseo a cualquier hora del día.
En cuanto a los servicios de venta y ocio adyacentes o complementarios a esta cala, no vas a encontrar ninguno. Es decir, las personas que deseen pasar una jornada inolvidable, puede que romántica o puede que simplemente focalizada en la relajación, deberán traerse su propia comida y bebida. Esto, lejos de ser un hándicap, es una de las señas de identidad de la Cala Escorxada de Menorca. Es un lugar en el que desaparecer del mundo en plena naturaleza.
Puede que el asunto de la accesibilidad a la cala preocupe a muchos visitantes, y es normal. Sin embargo, y a pesar de su aislamiento, hay muchas maneras de llegar a la Cala Escorxada en Menorca. Por ejemplo en coche, utilizando los aparcamientos de Santo Tomás o de la Cala Mitjana. También se puede llegar en bicicleta de montaña siguiendo la ruta que va desde Santo Tomás o Migjorn Gran, o incluso en barco. Además, el viaje merecerá la pena, ya que la recompensa es disfrutar de un entorno natural único y precioso que merece la pena.
¿No te parece?