Seguro que, de vez en cuando, fantaseas con visitar un lugar precioso, y en concreto un pueblo con encanto autóctono en el que puedas desconectar de tu rutina diaria. Lo cierto es que Menorca, además de playas, tiene pueblos, y Alaior viene a ser uno de los más encantadores. Para saber qué ver en Alaior, eso sí, conviene que te familiarices un poco con este bello destino.
Alaior es, en primer lugar, uno de los pueblos más famosos del interior de la isla de Menorca. Además de callejuelas empedradas, y casitas agradables, en él podemos encontrar una serie de monumentos de otra época y un casco antiguo con el que tendremos el placer de conocer su historia en siglos pasados, además de casas rurales espectaculares, como la Finca LLUCALARI.
Sabiendo esto, podemos trazar un itinerario respecto a qué ver en Alaior. Hay muchas opciones, pero te mostramos las cuatro más interesantes:
Los vestigios talayóticos más impresionantes
No cabe duda de que el tejido arqueológico es uno de los puntos más interesantes del pueblo. Si de entrada te preguntas qué ver en Alaior, puedes optar por la necrópolis de Calescoves o los poblados de Torre d’en Galmés y Torralba d’en Salort, que te dejarán sin aliento.
Playas de ensueño a tutiplén
Claro está, si algo no falta en Menorca son calas y arena blanca, muy apetecibles para nadar en verano y practicar deportes acuáticos. Incluso en un pueblo tendente al interior se puede disfrutar del mar en la playa de Son Bou y la cala en Porter.
Iglesia y refugio de la Guerra Civil
Eso es exactamente la iglesia de Santa Eulàlia, en la tranquila plaza Des Fossar. El campanario y la bóveda son algunos de los principales atractivos, pero qué ver en Alaior no está completo sin contemplar el refugio antiaéreo bajo la sacristía. ¡Impresionante!
Las mejores fiestas patronales
Sant Lloren, sus fiestas patronales, ofrecen una oportunidad única para decidir qué ver en Alaior, pues un fin de semana al año, el 10 de enero, el pueblo se llena de colorido, música y alegría. Cualquier actividad que realices casi durante todo el sábado y al medio día del domingo, incluyendo pasear y comer, mejorará si cabe una magnífica experiencia.
No cabe duda, con esta semblanza, que Alarior es un pueblo adorable y de visita obligatoria si decidimos ir de vacaciones a Menorca. Un solo día en él es suficiente para sentir toda la alegría de un viaje que, sin duda, merecemos.