Menorca no es una isla cualquiera. Entre los muchos títulos que podemos otorgarle, hay tres que ahora mismo destacan sobre todos los demás: Región Gastronómica Europea 2022, Destino Starlight y Sostenible, y Reserva de la Biosfera. Estas tres calificaciones nos informan de una realidad objetiva:
Proteger y visitar. De hecho, hacer turismo en Menorca debería ser uno de esos objetivos vitales que cualquier persona se proponga a corto, medio o largo plazo. Además de que está cerca de casa y es relativamente sencillo aterrizar allí, no se queda corto en materia de opciones vacacionales y alojamientos confortables, lujosos y familiares. Lo que prefiramos.
¿Pero qué motivos convierten el acto de hacer turismo en Menorca en algo casi obligatorio para cualquier persona que quiera disfrutar de unas buenas vacaciones? Vamos a verlo.
· Paisajes de ensueño
Si Menorca ha sido declarada Reserva de la Biosfera, no es por cualquier motivo. Los bosques de pino, la increíble variedad de flora y fauna, las innumerables calas de belleza singular, convierten Menorca en un espacio admirable desde todos los puntos de vista. Hacer turismo en Menorca supone descubrir todos estos paisajes.
· Una oferta gastronómica sin igual
Las especialidades marinas procedentes de pueblos de tradición pesquera como Fornells y Binibeca son, en parte, lo que ha conducido a Menorca a ser considerada capital gastronómica en todo el territorio europeo dentro de dos años. Tampoco podemos dejar de mencionar los embutidos, la sobrasada o las berenjenas al horno.
· Festivales y encuentros lúdicos
Hacer turismo en Menorca no se reduce solo a relajarse y desconectar, también queremos divertirnos y, a ser posible, hacer vida social. El Menorca Jazz Festival de marzo, el Hats & Horses para los amantes del glamur y los caballos o la temporada de ópera, que abarca los meses de mayo y junio, son solo algunos ejemplos.
· Historia y vestigios del pasado
Los monumentos prehistóricos talayóticos de Menorca impresionan incluso a las personas menos propensas a experimentar ese sentimiento. A través de los restos arquitectónicos funerarios y los edificios públicos de hace décadas podemos aprender sobre el pasado de la isla.
Si hacemos turismo en Menorca no encontraremos solo una bella isla que conocer, sino también un lugar al que regresar. Su naturaleza sin igual, sus pueblos y sus ciudades so dignos de ser visitados una y otra vez.