Haga frío o calor, el Mediterráneo es precioso en cualquier época del año. Sin embargo, para disfrutar de sus encantos no tenemos por qué tomar la decisión, a veces complicada, de irnos demasiado lejos de casa. De hecho, una escapada a Menorca nos garantizaría esas vistas mediterráneas de ensueño con las que a menudo soñamos, pero que tal vez muy pocas veces tengamos a nuestro alcance.
¿Pero cuál es la mejor manera de aprovechar una escapada a Menorca?
Ante todo, hemos de tener claro el itinerario.
Tenemos que plantearnos si nos apetece conocer la Menorca más urbana, o deseamos sumergirnos en el agradable costumbrismo de sus pueblos. También si deseamos sentir la suave arena de sus playas bajo nuestros pies, o preferimos elevarnos hacia las alturas de sus montes y montañas.
Lo ideal para una escapada a Menorca satisfactoria, en cualquier caso, es hacer una mezcla de todo eso.
Menorca no sería lo mismo sin sus fabulosas calas de arena blanca y deberían ser una visita obligatoria en cualquier viaje a la isla. Macarella y Macarelleta quizá sean las más populares, pues el verdor de los árboles y la transparencia del mar crean en ambas una estampa única que embellecerá aún más nuestra escapada a Menorca.
Otras, como Cala Tortuga, nos acercan además al faro de Favàritx, así como al impresionante Parque Natural de S’Albufera des Grau. Cualquiera de ellas merece un paseo al amanecer o al atardecer.
Si durante nuestra escapada a Menorca nos dejamos llevar y llegamos un poco más arriba de la costa, puede que nos encontremos con el Monte Toro, famoso por ostentar el título de montaña más alta de Menorca.
Si el tiempo acompaña, es fácil disfrutar de una panorámica increíble de toda la isla. Una manera efectiva de conocerla y estrechar el vínculo con ella.
Por otra parte, la Cova de’n Xoroi, una cueva situada justo al sur sobre unos altísimos acantilados, le dará un toque sobrecogedor a cualquier escapada a Menorca.
Los encantos naturales de Menorca son muchos, pero no faltan los núcleos urbanizados. Para disfrutar con el ajetreo de cualquier ciudad durante una apasionante escapada a Menorca, se puede visitar Mahón, la capital. Sin embargo, en Binibeca, un pequeño pueblo de pescadores al sur, es fácil encontrar la tranquilidad y el retiro espiritual que en ocasiones necesitamos, incluso durante una divertida e intensa escapada a Menorca.
Es difícil elegir por dónde empezar, ¿no crees?