Porque, en Menorca, perdure la costumbre y el buen hacer
Menorca es conocida por multitud de peculiaridades: es, de todas las Islas Baleares, la más familiar. En ella todavía pueden verse restos arqueológicos propios de la era Talayótica, pero también es una isla muy afamada por sus calas y playas, de aguas cristalinas donde el baño es obligatorio. Ahora bien, si hay algo por lo que Menorca se caracteriza es porque, en ella, la tradición no solo perdura sino que, además, enamora al turista que la visita.
Y es que a diferencia de la mayoría de destinos turísticos donde la carta de presentación es un paisaje o un monumento, en Menorca, además de preciosas calas y de uno de los mayores puertos naturales del mundo, puede presumirse de ser un pueblo artesanal donde las costumbres de antaño se han mantenido hasta el presente.
En Menorca, hay todo tipo de comercios: desde centros comerciales más modernos y diseñados al más puro estilo vanguardista hasta aquellos establecimientos donde aún se lleva eso de coser y cantar.
Así, en el centro comercial Binipreu, por ejemplo, que se dedica básicamente al sector de la alimentación aunque también pueden conseguirse artículos para el hogar, ropa, etc. el visitante disfruta de la comodidad de comprar en un establecimiento moderno y de aires renovados.
En MóComercial, en cambio, a pesar de las pequeñas reformas arquitectónicas que se han ido haciendo conforme han ido pasando los años, el turista podrá apreciar el carisma y el esplendor propio de las calles menorquinas. Este otro es un área comercial que se extiende alrededor de las típicas calles empedradas de la singular Menorca. En él, hay comercios donde todavía se fabrica de forma artesanal.
Y es, justamente esa, una de las grandes maravillas de Menorca como destino turístico. Porque, ¿dónde si no podrá encontrarse un lugar tan acogedor y cautivador donde se vean artesanos de los de antes elaborando, por ejemplo, unas cómodas y bonitas abarcas?, ¿dónde puede verse al comerciante elaborando un queso de forma artesanal?, ¿dónde, si no es Menorca?
Desde luego, esta isla en su totalidad es un pueblo donde la artesanía y la tradición enamoran a cualquiera.
Porque perdure la costumbre y el buen hacer, ¡vente a Menorca!